¿Viernes negro?
Hoy amanecí con incertidumbre, con miedo, angustia y desesperación interna. Es inevitable percibir cómo mi juventud se va desperdiciando lentamente conforme pasan los días en esta opacada nación. La depresión y las ganas de querer desertar son infinitas; parece que la única manera que consigo de drenar todo lo que siento en este momento, es escribiendo un compendio de párrafos nacidos del semblante de mi alma que, hoy, no tiene energías para continuar el recorrido.
Ayer, en horas de la tarde y el anochecer, se firmó la sentencia de muerte de este país en una cadena nacional de radio y televisión. Si ya consideraba que perdía valiosos años de mi corta vida en este agujero negro súper masivo social, ahora creo que se ratifica mi teoría. Dejé de sentir a Venezuela como mi hogar desde hace un par de años, lo cual resulta insólito pues en aquel entonces no avizoraba el caos galopante. La duda del porvenir se apodera de mis pensamientos el día de hoy y, posiblemente, el resto de los que me queden por vivir mientras siga hospedado en este hotel de mala muerte.
Hoy tocaba publicar la tercera parte de los bloopers derivados del segundo vídeo en nuestro canal, pero, sinceramente, ya no me quedan ganas de hacer humor en tiempos que considero son de LUTO nacional, no de crisis. Mataron todo ápice de esperanza, libertad y soberanía que quedaba, aunque el nuevo cono monetario indique ser soberano.
Es duro nacer en un país tan agraciado y querer abandonarlo a tan corta edad porque te corta las alas. Es imposible pensar en salir a protestar siendo tan jóvenes cuando el miedo de perder la vida en vano se apodera de ti. Peor aún, es triste salir a luchar por tu país preparado para morir.
Hoy mi rostro no es de alegría.
Hoy mi rostro es el mismo de millones de chamos y adultos que no han podido escapar de esta prisión.
Esto no es un #ViernesNegro solamente.
Feliz #SábadoGris.
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