El registro data de los tiempos donde te decían entre líneas: 'si usted quiere casa, carro y comida, venga conmigo' y tú te quedabas con ello. También existían quienes simplemente recibían la tarjeta con el número, pero nunca llamaban, porque ellos preferían luchar por obtener esos bienes, a mérito propio y con la posibilidad de gritarle al mundo 'ESTO ES MÍO', y lo triste de todo esto es que ya no quedan 'rebeldes' en nuestra sociedad. Nos hemos vuelto sumisos, y aún no despertamos.
El registro data de los tiempos donde te decían entre líneas: 'si usted quiere casa, carro y comida, venga conmigo' y tú te quedabas con ello. También existían quienes simplemente recibían la tarjeta con el número, pero nunca llamaban, porque ellos preferían luchar por obtener esos bienes, a mérito propio y con la posibilidad de gritarle al mundo 'ESTO ES MÍO', y lo triste de todo esto es que ya no quedan 'rebeldes' en nuestra sociedad. Nos hemos vuelto sumisos, y aún no despertamos.
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