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¿Recuerdan el concepto más básico y
repetitivo desde primaria hasta Educación Media? Si acertaste, sabes que me
refiero a la familia. En reiteradas ocasiones nos sentábamos a
escuchar (otras no tanto), al educador o educadora hablándonos sobre qué es la
familia. Usualmente, la definición empleada era la siguiente: la familia es la base de la sociedad. Mi
intención no es arruinarte la infancia diciendo
que es errada, porque no es así. No obstante, quiero plantearte el papel
importante que brinda la educación como base de la sociedad. ¿Por qué? Te invito a leer estas líneas
para que conozcas lo que quiero tratar:
La
sociedad se entiende como el conjunto de personas que se relacionan entre sí
bajo determinadas reglas jurídicas y consuetudinarias. Es un sistema organizado
de relaciones que se establecen para la convivencia. Es por esto que, cuando
conversamos con cualquier individuo, se dice que estamos socializando. Hasta ahí claro, ¿no? Continuemos.
La
familia, de igual forma, es el
conjunto de personas, pero emparentadas sanguínea y/o legalmente, que pueden o
no vivir bajo el mismo techo. Sencillo, ¿verdad? Estas explicaciones pudieron
haberte evitado dolores de cabeza antes de un examen.
Una
base puede tener distintos
significados. Sin embargo, tocaré el indispensable en nuestro tema: Parte inferior de cualquier cosa, que cumple
con la función de sostenerla.
Ahora que conoces los tres términos, estarás al tanto de lo que quiero
explicarte. La familia cumple el rol
fundamental en cada ciudadano, ya que se encarga de inculcar los valores, educando
así desde el hogar. Sin embargo, para ofrecer lo que conocemos como la ética y
los principios, la familia debe ser educada, de modo que pueda lograr ese objetivo.
Cabe destacar que llamarle “familia educada”
no hace referencia a un título universitario o constancia de bachillerato,
porque en realidad, eso sería muy aberrante. La educación trasciende y traspasa
más allá de las cuatro paredes de una institución donde un educador te enseña.
Te comentaba en el capítulo anterior que
la raíz para ser personas conscientes es impartida desde el núcleo familiar,
pero, ¿cómo? Decir “la familia es la base de la sociedad”, por supuesto, es
acertado, pero la educación la fortifica. Si la educación en la familia falla,
probablemente se esté regando el huerto de los antisociales, estando así la sociedad
reposando en una base insegura,
tambaleando casi al punto de caer y, lamentablemente, hoy en día nos
encontramos en esta penosa situación.
Se
reconoce la ausencia de la educación y los valores cuando observamos las
tragedias que suceden a diario; asesinatos, hurtos, violaciones. Constatamos,
que hemos venido fallando como sociedad.
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Una vez tratado el punto de la familia,
conociendo su importancia y su objetivo principal que es educar, vamos a
introducirnos más en el sistema educativo,
donde en diferentes entidades a nivel nacional se enseña.
Mi abuela siempre decía una frase que
nunca perderá su vigencia: no se puede
tapar el sol con un dedo. Todo estudiante egresado o sin egresar de
Educación Media, conoce la gran problemática que se vive en el nivel
universitario. Los jóvenes hoy en día no están siendo capacitados de forma
eficaz; deben escudriñar y buscar ayudas para poder nivelarse, y peor aún, en
muchos casos, al tener en mano su título universitario, solo obtienen eso, un
simple papel mientras la persona carece de conocimientos.
El detalle de todo esto, radica en las
decisiones de un plan en apariencia perfecto. La educación se ha llevado a los
lugares más recónditos, lo más cerca posible de tu hogar sin distinguir clases
sociales, colores, ideologías o gustos, simplemente se ha expandido con el fin
de formar grandes profesionales que laboren, innoven, emprendan y aporten su
grano de arena para el progreso de la nación. No obstante, el enfoque ha sido
tan concentrado en su expansión, que se ha descuidado la calidad con la cual se imparte. No se necesita una gran
ecuación para resolver la problemática; si vivimos bajo un sistema educativo de
mediocridades, el resultado será igual a profesionales mediocres, y
esto puede llegar a ser trágico debido a que nadie confiaría, por ejemplo, en
médicos que desconozcan la manera correcta de colocar una inyección.
“No es una solución dar educación a los pobres, si les
das una pobre educación”
~Canserbero
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Con la educación se brindan los valores, conocimientos y demás para formar a los
individuos tanto personal como profesionalmente. No se puede esperar mucho de
una nación en la cual los dos factores están estropeados; la educación en
valores desde la familia y la que se imparte en los entes educativos. A pesar
de ello, los invito humildemente a que hagamos
la diferencia, quizá sea un tanto estilo comercial de televisión, pero, ese
es el llamado. No debemos dejar que nos arrastren consigo los desperfectos que
nos rodean, recuerda el primer y segundo capítulo de este libro: Motivémonos y vamos a ser felices. Si
sientes que el sistema educativo está corrompido y que tu educación no es la
suficiente, pregúntate cómo puedes cambiar o contribuir a mejorar eso. Recuerda
siempre que el progreso personal permanece en la voluntad y la disciplina. Hay
que culturizarnos, no nos dejemos llevar por la corriente de la mediocridad y
la ignorancia, permanezcamos en la orilla e intentemos halar al que se
zambulló. Aporta lo que puedas para
contribuir en las mejoras, enfoquemos nuestra meta en el progreso, el cual
podremos obtener si cada uno da su primer paso. No importa el ámbito o cómo lo
harás, solo hazlo, porque tanto tú como yo, podemos hacer grandes cosas.
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